jueves, 23 de agosto de 2018

La Rueda del Destino



Acércate a Devious, the Wheel of fate con este pequeño fragmento de introducción extraído del libro básico del juego que puede encontrarse en Holocubierta Ediciones,

LA RUEDA DEL DESTINO.

Para algunos, la vida y su origen se iniciaron en el punto fijo en que empezó la Historia, pero para otros el inicio y el fin de todo se diluye en el girar de una rueda en la que la vida se origina y regenera en el mismo punto, sin comienzo ni final, voluble y eterna. Donde una energía mayor que no puede identificarse rige su equilibrio, el de los universos cíclicos de la Rueda, y a la que podría llamarse Sino.
Para entender esta historia hay que remontarse mucho antes de que ningún ser surgido en los pantanos y las estepas se preguntara de dónde había venido, en estos tiempos primigenios, con el universo apenas floreciendo, una rueda ya giraba y giraba sin descanso en eterno equilibrio En el interior de esta rueda, en un plano que apenas podemos alcanzar a imaginar, vivían los primeros seres, dormidos, sin intervenir en su fluir que se mantenía constante.
Esa situación se mantuvo inmutable durante milenios, pero estos seres comenzaron a despertar, a mirarse los unos a los otros y accedieron al regalo envenado que supone la autoconsciencia. A raíz de eso, todos cometieron actos atroces, que se han perdido en la noche de los tiempos, causando sin saberlo un fatal desequilibrio, la ruptura total e irremediable de su hogar, la Rueda de Sino.
Sabiendo que en lo más hondo de su ser que había fracasado, Sino acudió a los dioses más antiguos y poderosos, Los Dioses Mayores, no podían enterarse de lo que había pasado o lo relegarían a un puesto inferior, condenando a su alma a estar sujeta a una dimensión. Con tristeza acudió a aquellos que estaban por encima de todos, los dioses antiguos conocidos por muchos con el nombre de Dragones de la Armonía, o los Forjadores de Mundos, eran aquellos que con su baile podían devolver la materia a un estado de equilibrio mediante el Ryu’kadra.
Fue con ellos con quienes la Rueda de Sino surgió tal y como hoy la conocemos. Se dice que su energía permanece en este mundo y siempre que se necesita su baile trae el equilibrio a cualquiera de las dimensiones que lo necesite.

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